Una corrida mixta abre hoy la 70 Temporada Taurina de Manizales, conmemoración importante para esta ciudad y para el mundo de los toros, pues en Colombia no todas han logrado mantenerse debido a los embates de quienes las vienen atacando y buscan desaparecerlas a como dé lugar, incluso pasando sobre los derechos y las libertades individuales y en contra de las tradiciones, como ocurre en esta ciudad. Será entonces una celebración con algún sabor amargo, porque el Congreso de la República aprobó el año pasado una ley para eliminar las corridas de toros en el país y dio tres años como plazo de transición para hacerlo.
Las esperanzas de los taurinos están centradas en que se solicitó revisión de esta ley a la Corte Constitucional para que establezca su legalidad. Porque hay posturas jurídicas que sostienen que se están coartando derechos. Se sigue esperando la decisión de esta alta corte, ojalá que pronto tome una decisión en su sabiduría; mientras tanto, nada impide celebrar y Manizales debe hacerlo por lo alto. Gracias a lo que encierra el mundo de los toros de lidia, en esta ciudad muchas familias han logrado sostenerse, directa e indirectamente, y otros tantos han tenido sueños cumplidos entre quienes sienten la pasión por este arte y la llevan en su ADN hasta convertirse en toreros.
Son ya siete décadas en Manizales haciendo temporadas de toros, en una plaza por la que han pasado las mejores figuras del toreo del mundo, ganaderías de renombre internacional y miles de personas vinculadas a diferentes oficios que exige la ejecución de las corridas. Es necesario recordar que nuestra plaza de toros es sinónimo de solidaridad. En su construcción, entre 1945 y 1951, intervinieron personalidades y líderes que aportaron para su edificación y puesta en marcha de las primeras temporadas, y más tarde acordaron donar la plaza a la Cruz Roja Caldas que la ha manejado con un objetivo social al aportar los excedentes de las temporadas de toros al Hospital Infantil y su funcionamiento.
Inolvidables faenas han quedado grabadas en la arena, pero sobre todo entre los aficionados de todos los estratos que con el transcurso de los años han aprendido de toros y siguen siendo conocedores y asistiendo a la plaza. Ha sido tanta la fuerza de este arte en Manizales y el número de seguidores, que desde hace 25 años se realiza también la Feria Toros y Ciudad dirigida a buscar figuras del toreo; son varias las escuelas taurinas que forman desde pequeños a los que sueñan con ser toreros, y cada vez crece más Tauro Joven, grupo que ocupa buena parte de un tendido de la plaza y representa la continuidad y permanencia de la afición taurina.

Demuestra todo esto que los toros en Manizales son parte de una cultura que se inició hace 70 años traída de España, fue evolucionando hasta llegar a tener una afición madura, que cumple con un proceso propio. Buen augurio para esta temporada que empieza hoy y concluirá el próximo sábado, 11 de enero. La economía de la ciudad, que es de las principales beneficiadas con cada temporada, también espera que sean muchas más las que vengan. Olé.