Pasar al contenido principal
Fecha Publicación - Hora

La razón de ser de toda corporación pública, al menos en lo básico, es estudiar, dar debate a las iniciativas y votar por ellas; pero también hacer control político, proceso que resulta muy necesario para hacerle seguimiento a lo que están ejecutando los funcionarios con cargos de dirección y toma de decisiones en las administraciones, pero también hacerles llamados de atención y peticiones cuando el desempeño no es el ideal ni está cumpliendo las metas.

El número de proyectos aprobados durante todo este año de sesiones en el Concejo de Manizales fue de 35, y en la Asamblea de Caldas de 24. Si bien el trabajo de una corporación no se mide solo por proyectos que se convierten en la base de inversiones en las administraciones, sí llama la atención la cifra, especialmente en la Asamblea. Se nota que la Alcaldía fue mucho más dinámica y radicó iniciativas incluso desde las primeras semanas de ejercicio gubernamental buscando acomodar procesos. La Gobernación ha transitado a ritmos muchísimo más lentos y eso se refleja en lo que ocurre en la Asamblea.

Pero, ¿por qué concejales y diputados tienen que esperar a que lleguen las iniciativas desde las administraciones?, ¿si la ley les confiere la potestad de presentar proyectos de su autoría, por qué no lo hacen más frecuentemente? No es que eso haya dejado de darse este año, pero ya que tienen esta facultad deberían ser más las ideas propias de los corporados que se estuvieran presentando y discutiendo, no como proposiciones dentro de las sesiones, en lo que sí son muy prolíficos, sino como proyectos de acuerdo y de ordenanza bien estructurados como ordenan las normas.

Será que el ejercicio de concejales y diputados ha ido cayendo en un relajamiento y se están limitando a lo que la Alcaldía y la Gobernación quieren que digan y hagan. A 13 días de iniciar un nuevo año, el segundo para las administraciones y para estas corporaciones, ya no se tendrá la excusa de que los planes de desarrollo les demandará la mayoría del tiempo, eso ya pasó. No es que se esté haciendo un llamado a lo que se volvió una moda, descentralizar las sesiones. Lo que se espera de los corporados es que tomen decisiones acertadas y a tiempo de manera que contribuyan a resolver problemas y a mejorar la calidad de vida, y para eso no se necesita desplazarse generando gastos.

Este año el control político tampoco fue el fuerte, ni en el Concejo ni en la Asamblea. Ya es tiempo de que empiecen a llamar, uno por uno, a todos los secretarios, gerentes de entidades e institutos descentralizados y jefes de unidad para que rindan informe, ojalá con un cuestionario que les llegue previamente para evitar que lo que se les pregunte tengan que dejarlo para responder posteriormente por escrito y las dudas se diluyan, como también se volvió costumbre. Se espera que el 2025 sea mucho más dinámico y que las discusiones vayan más allá de solo el interés de las administraciones, que se piense en la ciudadanía.