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Las decisiones que tomó el Gobierno nacional sobre los subsidios estatales para este año está poniendo a tambalear a los municipios, más si no logran ser lo suficientemente eficientes y, con sus propios recursos o con otro tipo de gestiones, soportan en parte lo que se dejará sin cubrir. El Departamento de Prosperidad Social anunció que desaparece Colombia sin Hambre, una ayuda que era de $500 mil para unos tres millones de hogares en pobreza extrema y de comunidades indígenas. Otros, como el criticado Jóvenes en Paz se reduce en beneficiarios, pasando de 60 mil jóvenes a 10 mil que reciben $1 millón, y Renta Joven, que otorga $400 mil por semestre a estudiantes de universidades públicas y del Sena, solo está previsto hasta junio.

La causa de los recortes en subsidios son los $12 billones que no tendrá el Gobierno Petro en este 2025, con los que estaba haciendo cuentas para equilibrar el presupuesto nacional desfinanciado, como llegó al Congreso de la República el año pasado y de allí su desaprobación. También fue suspendido desde finales del año pasado Mi Casa Ya para nuevos receptores. Razón tiene el alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas, en afirmar que con ello el Gobierno cierra las puertas al desarrollo de vivienda en el país, ya que se trata de ayudas para que familias de estratos uno, dos y tres completen el valor para adquirir Vivienda de Interés Prioritario -VIP-, acompañado del ahorro programado que venían haciendo. Sin esta ayuda oficial les es imposible conseguir vivienda.

Queda muy difícil erradicar por ejemplo las cerca de 400 invasiones en esta capital, que dijo haber recibido el alcalde Rojas a inicios del 2024, y de hacer reubicación a zonas seguras, pues la mayoría de estos asentamientos humanos están en zonas de riesgo o de protección y conservación de laderas para reducir desastres. Frente a este panorama destacamos la medida que tomó esta Administración municipal, de crear un plan de vivienda municipal para ejecutar a partir de este año.

En alianza con desarrolladores de vivienda pondrá el suelo en seis zonas de las comunas San José, Ciudadela del Norte y Nuevo Horizonte y lo complementará con un subsidio municipal en dinero, cifra que está por establecerse, para que las familias accedan a vivienda y los urbanizadores hagan los cierres financieros. Es un esfuerzo el que hará el Municipio y está muy bien enfocado, porque se trata de ayudar a resolver las necesidades de la población y de contribuir al despegue de la economía local. Hay que cuidar, eso sí, que no se convierta en un plan con fines electorales. Los gremios y la ciudadanía deben estar vigilantes.

Los recursos saldrán de los $120 mil millones del empréstito que el Concejo le aprobó al alcalde, de los que se estima serían entre $48 mil millones y $50 mil millones para construir vivienda durante los tres años. Representa una ayuda para las familias, pero además para los constructores, que son los que se verán fuertemente afectados este año debido a las decisiones del Gobierno nacional. Como señala el alcalde: “Espero que se le abra el corazón al Gobierno y entienda que no solamente es vital tener vivienda para las familias, sino que la construcción de vivienda mueve la economía por completo”. Nos unimos a ese empeño.