Lo que dijo el jueves la ministra de Transporte, María Constanza García, desde los terraplenes donde se construirá Aerocafé es un pensamiento colectivo en Caldas: “No podemos volver a fallar, esta es la vencida, y ese tiene que ser el compromiso de todos los que hacemos parte del proyecto”. Así se reanuda la construcción del Aeropuerto del Café en el municipio de Palestina, con el objetivo de llegar al menos al tan anhelado final de su primera fase de 28 mil 354 metros cuadrados de plataformas y una pista pavimentada de 1.460 metros de longitud por 30 metros de ancho, que permitirá el tránsito de aviones con capacidad para 170 pasajeros en vuelos nacionales e internacionales.
Los plazos de construcción están planteados desde julio del 2026 hasta agosto del 2028, pero si estas fechas se pueden anticipar mucho bien le haría a un proyecto como este para que no quede supeditado a iniciar obras en un riesgoso año electoral en Colombia. La meta es que en agosto del 2025 quede adjudicada la licitación, ojalá al mejor proponente y así no volver a incurrir en los errores del pasado. En esta oportunidad se conjugan varias condiciones a favor; están listas todas las licencias, los diseños fase III y se cuenta con el cierre financiero para comenzar trabajos, que el presidente, Gustavo Petro, vino a oficializar a Palestina.
La inversión será de $828 mil 423 millones, logrados entre el Gobierno nacional a través del Ministerio de Transporte donde está la Aeronáutica Civil, la Gobernación de Caldas, la Alcaldía de Manizales y el Patrimonio Autónomo Aerocafé. La Nación hace el mayor esfuerzo financiero, es un proyecto que está alineado con el objetivo de modernizar y ampliar la infraestructura aeroportuaria del país para mejorar capacidad operativa y conectividad, que en Caldas son necesidades urgentes. Hay que recordar que dentro del total hay recursos nacionales que se habían aportado entre el 2019 y el 2023.
Cuando concluya, este será un aeropuerto para el Eje Cafetero que saldará la deuda con Caldas, departamento al que los últimos seis gobiernos nacionales le han hecho promesas para hacer esta obra; además de los manejos irregulares que se dieron en algún momento, impidiendo que el proyecto avanzara. Aerocafé permitirá compensar a Palestina, que ha sufrido un atraso económico y social por los impactos de un proyecto que lleva décadas sin mayores avances y que tienen sometido a este municipio al ostracismo. También se debe considerar que para lo que sería la segunda fase del aeropuerto, en Palestina se tendrán que demoler cerca de 250 propiedades, entre viviendas y otros predios. Por eso es necesario que los gobiernos ayuden a fortalecer allí los sectores agropecuario, turístico y de servicios que tiene.

No se puede volver a defraudar a todo un territorio. Hay que blindar a Aerocafé con todas las estrategias posibles; acompañar este proyecto, vigilarlo de forma exhaustiva desde las entidades, los gremios, expertos en ingeniería que tenemos en la región y las comunidades conformando la mejor veeduría ciudadana que garantice la correcta ejecución de los recursos y de los trabajos. LA PATRIA ha mantenido abiertas todas sus plataformas para informar lo que sucede con el proyecto y llamar la atención cuando se ha requerido; lo seguirá haciendo para contribuir a consolidarlo porque es una necesidad de la región.