En esta época decembrina aumentan las ventas informales y se nota muchísimo más que Manizales sigue sin tener una solución administrativa para la ocupación y ordenamiento del espacio público. Buscar salidas técnicas debe convertirse en un objetivo de ciudad al que todos deberíamos aportar, porque los tiempos han cambiado y la economía se mueve ya a ritmos muy distintos que casi obligan a tener personas en la informalidad. También se acerca la Feria, que irá del 4 al 12 de enero, y muchas calles se convierten en hervideros de vendedores de todo tipo de mercancías.
Está bien que la Administración Rojas hable con sinceridad y reconozca que es imposible decirle a la ciudad que no se van a tener más vendedores informales durante estos días en la carrera 23, calle 19, Galería, algunas avenidas y Chipre; pero dice estar tomando a la vez medidas para que confluyan de la mejor manera todos los actores. Ya se iniciaron los operativos de Espacio Público apoyados por la Policía, pero no puede suscribirse solo a la presencia de estas personas en las calles, como tampoco irse al extremo de violentar y agredir a los informales que incumplan.
Nadie se debe quedar sin la posibilidad de movilizarse adecuadamente. Lo que no puede permitirse es que con mercancías y mobiliario se ocupen los andenes, impidiendo que los peatones puedan caminar seguros y a los conductores la adecuada visibilidad como se da por la carrera 23 en varios puntos; mucho menos que los vendedores de comidas monten cocinas y comedores en el espacio público y sin el lleno de requisitos, eso implica riesgos de salubridad y de seguridad en el trabajo que no se controlan como se debería.
Se espera que los planes de la Alcaldía para la localización controlada de informales durante la Feria, pensada por franjas, y los cierres viales que está programando para las horas de la tarde, de verdad funcionen y no se tengan otra vez rigiendo viejos problemas por la invasión desmedida del espacio público con muy poca intervención oficial. Muchas personas centran sus esperanzas en salir a vender productos durante esta época para obtener unos recursos, es cierto, pero también deben colaborar haciendo estas actividades en orden y sin excesos. Por eso decimos que el compromiso debe ser de todos, incluyendo a los compradores.
Pasados diciembre y la Feria, la Alcaldía anuncia que seguirá impulsando el rediseño de la carrera 23, pensando en una posible peatonalización, pero que contemple unas horas de tránsito vehicular para el suministro y abastecimiento del comercio y las actividades de quienes todavía residen en este sector. El Municipio se compromete a realizar diálogos con la comunidad previos a la realización de los diseños, quiere que sea algo concertado, pero también dignificar la labor de los informales llevándolos a que la realicen en las mejores condiciones y con criterios de formalidad. Este no es un proyecto de corto plazo, y sin ser imposible de ejecutar, demandará tiempo y sobre todo que la ciudadanía vaya cambiando hábitos como seguir comprando mercancías sin bajarse del vehículo. La labor es de todos.
