Carlos Orlando Pardo, en Manzanares
Señor Director:
Noviembre 7, 8 y 9 pasados se celebró en Manzanares, Caldas, el XIV Encuentro de Escritores, del cual participé. Contamos con la presencia de dos escritores colombianos notorios: José Miguel Alzate, Aranzazu, Caldas, y Carlos Orlando Pardo, Líbano, Tolima. Este escritor, historiador, ensayista, editor y gestor cultural, fundador de “club Pijao Editores” que promueve el trabajo de escritores colombianos. Autor de Primeras palabras, Últimos días de Armero, el beso del francés, sueños inútiles, Verónica resucitada, Las novelistas del Tolima, su último libro. Autor de más de 70 libros.
Quiero narrar esta anécdota que me pareció muy interesante. Alguien del público pregunta: Carlos Orlando, ¿qué hecho le permitió a usted descubrir su vocación de escritor? Su respuesta: Mis amigos adolescentes y yo en el Líbano éramos más bien pobres. Nos gustaba el cine, pero no teníamos el dinero para asistir con frecuencia. Compartíamos un dinero, comprábamos una boleta y uno entraba al teatro a ver la película. Los demás permanecíamos en el parque de Líbano, esperando su salida para que nos contara la película. Luego, entraba otro y así sucesivamente. Mis amigos gastaban poco tiempo narrando lo sucedido en la película: 5, 10 minutos, máximo 15. Me tocó entrar a mí. Cuando salí del cine, les conté la trama de la película con muchos detalles interesantes, todos atentos a mi relato que duró entre una hora y hora y media. Les agradó tanto mi narrativa de la película que me siguieron eligiendo para que yo entrara a verla y luego se las narrara en el ambiente del parque. Ahí descubrí mi capacidad para contar con detalles hechos e historias que llamaban la atención de los que me oían. Luego experimenté esta misma capacidad al escribir relatos, contando vivencias y experiencias de mi vida y entorno.
Le conté a Carlos Orlando que yo había trabajado un año en el Colegio Claret del Líbano. Me dijo que él había estudiado algún tiempo en dicho colegio. También recordamos un duelo a bala entre dos libaneses en la cuadra siguiente al colegio en el que ambos retadores resultaron muertos.
Alirio de los Ríos Flórez.